Aprender es adquirir conocimiento por medio del estudio, el
ejercicio o la experiencia, sin embargo ¿Por qué nos cuesta tanto que los niños
y niñas aprendan? Quizás porque les obligamos a memorizar demasiado, o porque debemos
desarrollar diversas estrategias de aprendizaje que fomenten habilidades
diferentes en los niños, como la imaginación, la creatividad, etc., y les
permitan enfrentarse a los problemas de una forma más sencilla. Hoy hablamos de
una estrategia diferente, la estrategia de las tres Q o Estrategia QQQ.
¿Qué significa la estrategia QQQ: qué veo, qué no veo, qué infiero?
La estrategia QQQ para aprender ayuda a poner en relación
los distintos elementos o aspectos que permiten comprender un tema. En otras
palabras: frente a un concepto en cuestión, se trata de establecer las
relaciones posibles que puedan existir entre los distintos componentes que lo
constituyen. Para ello, se debe poner en marcha y utilizar un razonamiento hipotético,
crítico y creativo.
Los tres factores del aprendizaje QQQ
- Lo que veo se refiere, como su propio nombre indica, a todas aquellas cosas que puedo observar de manera directa, que no necesitan un análisis profundo, sino que directamente se perciben tal cual y no generan ningún tipo de duda. Por poner un ejemplo gráfico aclaratorio sobre ‘lo que veo’, en el caso del servicio de lavado de vehículos sería un coche, un túnel de lavado y un área de servicio con gasolinera.
- Lo que no veo hace referencia a aquellas cuestiones que no aparecen de manera explícita, pero que guardan relación con el tema en cuestión. De alguna manera tiene relación con la observación de una determinada situación, que cuando se produce directamente el cerebro lo asocia con algunas cosas. Por simplificar, son cosas que se dan por hecho que ocurren dentro de ese contexto. Siguiendo con el mismo ejemplo del lavado automático de coches, ‘lo que no veo’ sería el movimiento de las escobillas automáticas dentro del túnel de lavado, la lluvia de agua con jabón que cae desde los laterales del túnel para limpiar el coche, etc.
- Por último, está lo que infiero que son aquellas cosas que se deducen de un determinado tema. Es decir, una vez que se cuenta con las imágenes que se han visto y las que no se han visto; finalmente, llegan las que se infieren. En este ejemplo del servicio de lavado automático de vehículos ‘lo que infiero’ es que el coche está bastante sucio y lo están lavando de manera automática en un túnel de lavado. Se trata del típico lavado de coche que se realiza con cierta frecuencia, sobre todo, después de viajes largos, etc., cuando el coche vuelve con distintas manchas de todo tipo.
Metodología para llevar a cabo esta estrategia
Como en toda estrategia de aprendizaje, la
mejor manera de conocerla bien y saber cómo aplicarla es con la práctica. Al
final, por más que se teorice sobre un tema, si no se muestra con ejemplos
prácticos no resulta tan didáctico. Esta estrategia tiene un procedimiento que se debe desarrollar.
La manera de proceder en este caso es la siguiente: en primer lugar, se planea
un tema, un caso concreto que se quiere desarrollar con su correspondiente
imagen añadida. Una vez que se tiene el caso encima de la mesa se procede a
hacer los tres interrogantes: qué veo, qué no veo y qué infiero.
Ventajas y beneficios del uso de la estrategia QQQ para aprender
La técnica QQQ es más adecuada
para niveles escolares iniciales, pero es válida y utilizada en niveles
superiores, incluso universitarios. Así pues, los tres interrogantes sobre los
que se basa la técnica son el disparador para que los estudiantes
reflexionen, indaguen, evalúen y establezcan relaciones e hipótesis.
Así, los niños van encontrando
soluciones a un problema o conclusiones sobre una situación. Esta es,
precisamente, la principal ventaja de esta estrategia, que fomenta el uso
de la imaginación y la creatividad en el proceso de aprendizaje de
los niños.
Uno de los beneficios que la
técnica QQQ plantea a nivel de aprendizaje es que permite un desarrollo
progresivo de la capacidad de cuestionamiento por parte de los niños, y, con
ello, ayuda al desarrollo del pensamiento crítico.
Además, a medida que los
niños dan respuesta a las preguntas que la técnica plantea, ponen en juego sus
conocimientos previos. Estos conocimientos anteriores ayudarán a comprender
mejor los nuevos y deberán ser reelaborados o descartados.
Por lo tanto, la técnica QQQ
para aprender es muy útil, por ejemplo, para ser usada cuando el docente va a
presentar un tema nuevo. La estrategia permite, a partir de la observación de
una imagen, captar toda la atención de los niños y los incita a encontrar todos
los posibles significados, conceptos relacionados y conexiones que subyacen a
una imagen explícita y al tema principal.
Ejemplo de aplicación de la estrategia QQQ para aprender
La técnica QQQ aplicada a
un primer acercamiento para conocer distintos animales y empezar a saber cómo
se reproducen y cómo se alimentan. Con lo cual, se puede presentar a los
niños una imagen o fotografía, por ejemplo, de un caballo muy tranquilo en
un llano con mucho pasto. Después, los niños deberán responder a los tres
interrogantes:
- ¿Qué veo?: un animal que tiene cuatro patas; a su alrededor solo tiene pasto.
- ¿Qué no veo?: no veo cómo ha nacido o cómo se reproduce el caballo, ni cómo respira. Si bien, veo pasto a su alrededor, no sé con certeza aún de qué se alimenta.
- ¿Qué infiero?: se trata de un mamífero. ¿Por qué? Porque es un animal cuya reproducción es mediante fecundación interna y no por huevos. Y, si está rodeado de pasto, ¿se trata de un animal herbívoro?.
En este último punto es donde los
alumnos deben inferir, deducir y poner en relación los dos primeros
interrogantes. Y esta es la cuestión fuerte de la estrategia QQQ para aprender,
porque es cuando los estudiantes dan rienda suelta a su capacidad de imaginación
y ponen a su cerebro a hacer ejercicio y a razonar sobre el tema.
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